lunes, 13 de mayo de 2019

Instante


Desde el pensamiento lo sé. Llegará el día en que mi mamá no sepa quién soy. 

Reconocerá la emoción y sentirá el amor, mas no sabrá mi nombre y no sabrá que soy su hija. 

El miedo que siento al pensarlo es tal, que pronto cambio la imagen y pienso en otra cosa.


Ayer, despertándose de un camaroncito (una siesta corta), abrió los ojos y con una de las más bellas expresiones amorosas, me dijo: ¡Viniste a conocernos! e inmediatamente me preguntó: ¿Cuál es tu nombre? ...

De sus ojos sólo brotaba alegría y un amor inmenso. 
Y ese amor fue lo que me dio el valor de continuar su conversación y decirle: Yo me llamo Leonor. ¿Cómo te llamas tú? Me dijo: Ilse. Le pregunté: ¿Te gusta tu nombre? Mucho. ¿Te gusta el mío? Me encanta...
El amor me ayuda superarlo todo, hasta el mayor de mis miedos: el olvido.


miércoles, 8 de mayo de 2019

Cuidar con Amor

El amor no es darle al otro lo que nos sobra. El tiempo que nos sobra, el dinero que nos sobra , la comida que nos sobra, la ropa que nos sobra...
El amor tampoco es dar sin límite hasta el sacrificio, ni complacer al otro, dejándome de lado.
En realidad, éstas son trampas en la que podemos caer con frecuencia, cuando estamos al cuidado de un familiar mayor dependiente.
El amor, si bien implica una renuncia, ya que estamos eligiendo estar con esa persona, en ese momento y no con otra que también nos agrade y llene nuestro corazón, no puede estar fundamentado únicamente en el sacrificio porque llega un momento que se puede convertir en resentimiento.
El amor es un sí sí: sí decido cuidarte porque sí quiero cuidarte y estar contigo. Cuando el "amor" es un sí-no, es decir que decido estar contigo y cuidarte pero en realidad no es lo que deseo, sino que lo hago por cumplir, por no sentirme culpable, porque es lo correcto, tarde o temprano el malestar por la acumulación de todos esos No, hará que mi malestar salga incontrolado en forma de maltrato a quien cuido, en forma de rabia o malas contestas, en forma de malestar emocional y hasta físico... hasta llegar al rechazo y no querer atender más a nuestro ser querido... Y en realidad ésto nada tiene que ver con nuestro ser querido sino con nuestra dificultad para distinguir entre el sí sí y el sí-no y actuar desde el sí-no.
Amar tampoco, necesariamente, implica siempre hacer cosas. La sola presencia, en silencio, en calma, en paz, acompañando de manera consciente, es un acto de amor.
El amor no es obligatorio. El amor no es un deber. Cuidar a tu familiar mayor porque es tu deber, porque eso es lo que está establecido y es lo que aprendiste en tu familia no es amor, en todo caso es una tarea.
El amor es un acto voluntario, producto de un sentir y una disposición interna, el amor es una decisión, acompañada por una acción y produce bienestar y alegría.
El amor es un dar consciente. No es dar por dar o dar lo que tú quieres, y no lo que la otra persona quiere o necesita. El amor es un regalo, pensado de acuerdo a lo que a la otra persona le gusta o quiere y no pensado en base a lo que a mí me gusta o quiero dar.

Es una cuerda floja esto del amor, entre otras cosas porque para poder amar al otro, porque sí, primero tengo que amarme a mí, atenderme a mí, complacerme a mí, dedicarme tiempo a mí, cuidar mi salud, para entonces estar en la disposición física, emocional y espiritual para amar al otro.
Cuidar a nuestro familiar mayor dependiente con amor, es la mejor medicina, que nos transforma a los dos.

Importancia de visitar a los ancianos con deterioro cognitivo

Podrías creer que un anciano (familiar o amigo) con deterioro cognitivo no se da cuenta de su entorno o de quiénes están presentes en su vid...