domingo, 29 de abril de 2018

Cada Instante Cuenta

El deterioro cognitivo de mi mamá es un reto a mi disponibilidad aquí y ahora, sin escapes, sin vericuetos ni salidas de emergencia y también es un reto a mi capacidad de observación y aprendizaje.  

A medida que mi mamá va desaprendiendo, olvidando, yo he ido buscando caminos diferentes para acceder a ella y se ha abierto una puerta inmensa al contacto y a la comunicación corporal, aprendiendo a leer sus señas con las manos, o su expresión facial o la postura de su cuerpo, o sencillamente sentirla en toda su dimensión al quedarnos acostadas una al lado de la otra acurrucadas, sintiendo nuestras tibiezas, yo dándole purruños y ella a veces devolviéndomelos y otras sólo recibiendo. 

Nos quedamos en silencio sin nada más que nuestras dos almas, que de alguna manera saben que el tiempo de las palabras cada día está más cerca de su fin.

Tanto a mi mamá como a mí siempre nos ha costado mucho pedir.  Y ésta está siendo una oportunidad, dura, de ir aprendiendo.  

Mi mamá ahora me pregunta qué viene después, en lo inmediato, literalmente el siguiente paso y en esos momentos me doy cuenta de lo útil que me resulta mi habilidad para dar instrucciones claras y una prueba a mi quedarme presente en el aquí y en el ahora. 

Yo estoy aprendiendo a pedir a personas de mi entorno, algunas veces familias y otras a amigos e incluso extraños, para que me apoyen, ya sea para conseguir un medicamento, para ubicar una persona que la pueda cuidar, para encontrar centros de cama o tal vez alguna fruta o comida que a mi mamá le guste.  

Y es que ésta es una oportunidad para echar mano a todas nuestras habilidades, las de ella y las mía, algunas de uso cotidiano y otras guardadas en el baúl de los recuerdos.  



En este momento su línea de tiempo se está volviendo borrosa y piensa por ejemplo que hay canciones que escuché con ella cuando ella era niña, y me la oportunidad de compartirlas en este hoy.  



Eso me permite ir haciendo una especie de registro de las músicas que le gustaban cuando era muy jóven, tal vez niña o adolescente, de manera que a medida que vayamos perdiendo la opción verbal, tengamos la música para conectarnos desde el placer.  La memoria musical es una gran puerta afectiva... y es que quizá la memoria que más permanece en el tiempo de este gran deterioro, es la memora afectiva, la memoria corporal de los afectos.

Acompaño a mi mamá desde hace varios años y cada día me reafirmo en mi decisión, lo que incluye desde resolver temas de medicamentos, pañales, toallas para incontinencia, comida, ropa, zapatos... hasta la conexión más profunda de conocernos, de admirarnos y molestarnos y volvernos a mirar.  Mi decisión no tiene vuelta atrás.  

Esta es una vivencia y una oportunidad para conectarnos, compartir, encontrarnos como quizá no lo habíamos logrado en mis 59 años como hija y sus 59 como mamá y aún en la enfermedad, que tampoco tiene vuelta atrás, nos estamos sanando. 

Y en este proceso cada instante cuenta y es una carrera contra el olvido.

sábado, 14 de abril de 2018

Amor Incondicional



A veces pensamos que el amor incondicional es algo gigante. He aprendido en los últimos tiempos que el amor incondicional se manifiesta en los pequeños detalles de cada día, en las acciones cotidianas, y la diferencia está en lo que sientes y reflejas cuando realizas la acción.

No es lo mismo bañarte como en una carrera que bañarte de manera consciente y amorosa contigo mism@ dándote cuenta y disfrutando lo que sientes al contacto con tu piel, sintiendo el agua, enjabonándote, lavándote el cabello con ternura, suavemente y con amor.  

Lo mismo sucede cuando baño a mi mamá.  Pensaba que era cuestión de hacerlo lo más rápido posible y que quedara limpia.  Y ahora me doy cuenta que bañarla desde el amor incondicional implica, entre otras cosas, escuchar lo que quiere, sin cuestionar.  Cuando eso ocurre termina pasando que bañarla pasa de ser un trabajo agotador a un rato de placer y de cariño e intimidad madre-hija invalorable.

Ejemplos hay muchos y oportunidades infinitas. Fíjate cómo sirves la comida a otro, cómo manejas tu carro, si te bañas con tu pareja fíjate cómo comparten ese espacio, si se acarician, cómo se acarician, en qué tono se hablan, qué sientes cuando lo acaricias y te acaricia... Si preparas la comida date cuenta cómo manejas los ingredientes, cómo los mezclas, cómo los cocinas, cómo los sirves... Cuando lo haces desde el amor, te darás cuenta de que sientes bienestar, te sientes content@...

Hay momentos en los que, lo reconozco, pierdo la paciencia y la juzgo y me juzgo.  En estos días estaba buscando la pelota que le había llevado para que hiciera ejercicios con sus manos para que se le fortalezcan y se disminuya la velocidad con la que la artrosis va haciendo estragos.  No la encontré y me dijo: "Es que se la dí a Mercedes"... Yo me molesté y dije algo así como que "No entiendo qué es lo que te pasa".  Estaba realmente molesta.  Y mi mamá lo único que me dijo fue: "No todas las cosas Leonor son para ser entendidas.  Ella la necesita más que yo."  

Y fue en ese momento que me di cuenta que mi mamá había actuado desde su amor incondicional y yo, desde el juicio.  Y en ese instante, al darme cuenta, sentí como si me hubiera pasado un switche.  Quizá en otro momento habría seguido, no juzgándola a ella sino a mí misma por mi egoísmo, y entonces decidí ser compasiva conmigo y asumir mi constante proceso de aprendizaje, desde mi amor incondicional.

No te desanimes por las caídas (ni las tuyas ni las de otro), así es el proceso... Habrá veces en las que incluso puedes entregarte y el otro no lo ve o no lo agradece como estás esperando.  El amor incondicional es independiente de lo que el otro haga y el hecho de que a veces no lo logremos no implica que seas mal@ o que no haya momentos en los que sí sientas y manifiestes ese amor.

La buena noticia es que si te tratas a ti mism@ con amor, te observarás sin juzgarte y la próxima vez será mejor.


Importancia de visitar a los ancianos con deterioro cognitivo

Podrías creer que un anciano (familiar o amigo) con deterioro cognitivo no se da cuenta de su entorno o de quiénes están presentes en su vid...