viernes, 29 de junio de 2018

Elegir un Cuidador para el Adulto Mayor

Voy a compartir algo de mi experiencia para seleccionar un cuidador. 

A medida que el adulto mayor va perdiendo algunas facultades, que pueden ser de movimiento, de coordinación, cognitivos, va requiriendo mayor atención, y ello nos plantea la necesidad, ya sea de que nosotros mismos nos dediquemos de lleno a atenderlo o de que contemos con una persona que esté con él o ella, para apoyarlo en sus actividades, que pueden incluir: 


  • Ayuda para bañarse y/o vestirse 
  • Ayudarl@ con la andadera cuando se cansa 
  • Acompañarl@ al baño cuando identifica que quiere hacer alguna necesidad
  • Compartir con él/ella cuando está comiendo.  En algunos casos, dependiendo de las habilidades que aún tenga el adulto mayor, podrá requerir que le den la comida.
  • Proponerle actividades recreativas relajantes, de estímulo cognitivo tales como escuchar música, ver una película, hacer sopas de letras o tal vez pintar un mandala...  de acuerdo con las habilidades y gusto de cada un@
  • Llevarl@ y/o apoyarl@ en actividades colectivas de la institución, si es el caso

Encontrar a la persona adecuada, va variando conforme avanza el proceso de envejecimiento del adulto mayor.  Son diversos los factores que necesitamos tomar en consideración:

Agradable para el Adulto Mayor


Es muy importante que escuches lo que te dice el adulto mayor en cuanto a qué siente y cómo reacciona, ya que será quien esté recibiendo toda ese energía del cuidador y quien compartirá con esa persona día a día.  De hecho, puedes hacerle daño si en algún momento contratas a alguien con quien tu adulto mayor no siente buena conexión, ya que emocionalmente implica una carga que en nada beneficia su proceso de salud y bienestar.

Honesto


No sé si les habrá pasado, pero si algo produce angustia y desgaste es el hecho de estar permanentemente pendiente de si falta algo (pañales, medicamentos, ropa, lencería, detergente, comida y un largo etc.).  La honestidad no se refiere únicamente a que no robe, sino también que cumpla su horario, que esté pendiente de algún cambio en el anciano y lo comunique al familiar. Igual es necesario estar pendientes, pero si no tienes un mínimo de confianza en que tu cuidador es honesto, tu propia vida será un infierno.

Puntual


Este es un elemento muy importante ya que entre otras cosas el cuidador es una parte de un equipo; no trabaja solo ni está solo. Por ejemplo, si tu familiar mayor está en una casa hogar, como es el caso de mi mamá, el cuidador es parte de todo un equipo que incluye otros cuidadores que prestan su servicio a la casa hogar; además, se interrelaciona con el adulto mayor, que requiere que se cumplan y se mantengan las rutinas, ya que eso le ayuda a sentirse seguro y estable.  

Si un día el cuidador llega a las 9 y otro a las 11 y otro a las 10:30, al adulto mayor le falta la rutina que necesita para sentirse estable.  La incertidumbre afecta de manera negativa al adulto mayor.  

Debemos mantener presente que cuando, por ejemplo hay deterioro cognitivo, como en el caso del alzheimer y las demás demencias, los cambios impactan sobre la emoción y la conducta del adulto mayor, ya que si el cuidador es impuntual en su hora de llegada, ello tendrá un impacto directo por ejemplo sobre la higiene del adulto mayor, ya que depende de esta persona para bañarse, para cambiarse los pañales y la ropa.

Positivo y Amoroso


Esto vale para todos los cuidadores, no solamente para el que contrates sino para ti también.  Cuando estás con el adulto mayor, sobre todo si éste vive un proceso de deterioro cognitivo, es necesario evitar compartir con él/ella tus rabias, tus malas experiencias en la calle o con otras personas (desde tu rabia o tu angustia) ya que ello lo afecta directamente. 

El adulto mayor será tu espejo.  Cuando veas que está teniendo una actitud de rechazo, o que se ponga depresivo de repente, chequea qué está pasando contigo. Lo más probable es que le estés reflejando tu propia emoción y no te estés dando cuenta.  Un cuidador, por ejemplo, no puede darse el lujo de llegar a despotricar de lo que le pasó en la calle o a contarle con lujo de detalles sus problemas de su vida cotidiana, como por ejemplo, las peleas con los hijos, o que la hayan atracado en la calle o que no tenga qué comer, o que no consiga efectivo.  Eso lo puedo compartir con otras personas pero no con el adulto mayor que está cuidando.

Fuerza Física y Autorregulación


Atender una persona mayor supone un desgaste físico y emocional.  Implica esfuerzo físico, levantar a una persona, trasladarla de un lugar a otro, aun cuando la persona aún pueda moverse.  Implica esfuerzo físico y también emocional, bañar a una persona.  Implica esfuerzo acompañar a una persona mayor a caminar a su velocidad.  Esto implica que la persona que cuide a un adulto mayor necesita tener fuerza física y estar en buenas condiciones físicas.  


Estas actividades, aunadas a la exposición emocional, requieren que el cuidador sea capaz de autoregularse y autocuidarse, de manera que no sufra del llamado "síndrome del cuidador quemado", que consiste en que el cuidador se vaya sintiendo cada vez más agotado e incluso pueda llegar a enfermarse.  Una de las señales de que podemos estar en presencia de este agotamiento, es que empezamos a sentir rabia y rechazo hacia el adulto mayor.


Buena Escucha  


Esto vale tanto para su relación con el adulto mayor como con el o los familiares que l@ contrataron y con los que tiene relación.  El cuidador no puede perder de vista que se debe a su cliente, que es el adulto mayor y su familiar.  Esto es muy importante.  Hay cuidadores que pretenden y sienten que son los que mandan y esto es como vivir en un mundo al revés.  


Como cuidador, es necesario escuchar lo que te expresa el adulto mayor sobre sus gustos a la hora de recibir apoyo para bañarse (por ejemplo si quiere bañarse con la regadera o con recipiente o con la temperatura del agua, o en relación a la delicadeza con al cual debes enjabonarlo), para saber la cantidad de azúcar que llega una bebida o comida, la ropa que se quiere poner ese día.... Para todo esto, el cuidador necesita escuchar.  

Igualmente debe escuchar al familiar que lo contrata, ya que éste conoce y tiene una relación afectiva con el adulto mayor y además es el que le dirá cuáles son sus funciones y responsabilidades en su trabajo.


Comunicativ@





Es muy importante que el cuidador se comunique de manera clara con el adulto mayor.  Igualmente, requiere saber comunicar al familiar a cargo, si hay algún cambio o malestar por parte del adulto mayor, de manera que pueda resolverse antes de que se convierta en una emergencia.





Con vocación de servicio


Una persona tiene vocación de servicio cuando siente pasión y está convencida de que lo que hace como actividad profesional es.  Cuando hablamos de servicio, nos referimos a una orientación hacia servir al otro.  Entonces un cuidador con vocación de servicio es aquél que siente pasión y está convencido de que atender y apoyar al adulto mayor es su camino y su misión y por ende lo hace de manera empática y amorosa.


Formación

En mi experiencia, hasta el momento, aún no he contratado un cuidador con la formación como cuidador, sino a personas que de alguna manera, tienen experiencia y la inclinación hacia el cuidado de otros.  En este momento, estoy justamente, comenzando a buscar una persona que tenga la formación como cuidador, entre otras cosas porque a medida que avanza el deterioro cognitivo, siento que quien cuide a mi mamá debe tener la preparación y conocimiento de cómo tratarla.  

La formación no implica que la persona sea amorosa, paciente, tenga vocación de servicio o sea honesta, por lo que no podemos confiarnos en sólo un certificado o referencias.  Igual necesitamos considerar el paquete completo a la hora de decidir.


Paciente



La paciencia, cuando hablamos de cuidado al adulto mayor, está directamente relacionada con otros factores que ya hemos hablado, como tener vocación de servicio y ser amoroso, ya que la paciencia viene de adentro, del amor incondicional.  


Amor Incondicional


No es fácil hablar del amor incondicional.  Para mí es difícil expresarlo con palabras.  De hecho, me he preguntado últimamente, cómo me sentiría y si sentiría ese amor al atender a una persona mayor que no fuera mi familia. 

Hasta ahora mi experiencia ha sido cuidando a mi mamá, y si bien, también cuidar a tu familiar, implica que afrontes las dificultades y desaveniencias que hayas tenido a lo largo de los años con tu familiar, y ello requiere un trabajo personal de tu parte, atender a un desconocido desde el amor incondicional es algo aún más exigente y requiere un corazón abierto.


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